16 de noviembre de 2009

La Década Infame (1930-1943)


La década infame se inició con el golpe militar del 6 de septiembre de 1930 liderado por el General José Félix Uriburu que derrocó al Presidente Hipólito Yrigoyen de la Unión Cívica Radical, quien había sido electo democráticamente para ejercer su segundo mandato en 1928. El gobierno militar, de inspiración fascista, proscribió a la Unión Cívica Radical y organizó una «salida electoral» fraudulenta y controlada por las Fuerzas Armadas que dio origen a una serie de gobiernos conservadores fraudulentos y corruptos que se extendieron hasta 1943. Este período se caracterizó por el comienzo del nuevo modelo económico conocido como industrialización por sustitución de importaciones.

La dictadura militar de Uriburu
El 10 de septiembre, Uriburu fue reconocido como presidente de facto de la Nación por la Corte Suprema mediante la acordada que dio origen a la doctrina de los gobiernos de facto y que sería utilizada para legitimar a todos los demás golpes militares. Siguiendo una tendencia que habría de ser general en los futuros golpes de estado, Uriburu designó a un civil en el cargo de ministro de economía, José S. Pérez, vinculado a los grandes terratenientes y a los sectores más conservadores. Luego de que la Unión Cívica Radical ganara en 1931 las elecciones convocadas en la Provincia de Buenos Aires, el gobierno militar anuló las mismas y proscribió al radicalismo, con el fin de evitar que llegara al poder. De esta manera llegó al poder, por medio de elecciones ilegítimas y fraudulentas, una alianza conservadora llamada La Concordancia, integrada por el Partido Demócrata Nacional (conservador), la Unión Cívica Radical Antipersonalista y el Partido Socialista Independiente.

Presidencia de Agustín P. Justo (1932-1938)
Los trece años siguientes estarían dominados por las consecuencias del golpe del general José Félix Uriburu. Éste dura poco tiempo en el poder y es remplazado por Agustín Pedro Justo, quien se mantiene en el poder hasta 1937. En el plano económico, los países del mundo se tienden a cerrarse adoptando modelos proteccionismo. Inglaterra anuncia en la "convención de Ottawa" que les dará ventajas arancelarias a sus colonias. Debido a su gran dependencia, el país firma el pacto Roca-Runciman con Inglaterra en 1933, cediendo así el sector ferroviario a cambio de un trato privilegiado para las carnes argentinas. Por otra parte, a mediados de la década se inició un amplio proceso de industrialización por sustitución de importaciones, con eje sobre todo en Buenos Aires, acompañado de una gran ola migratoria interna, del campo a la ciudad y del interior a la capital. En este período la Unión Cívica Radical, conducida por Marcelo T. de Alvear, será sistemáticamente excluida del acceso al gobierno mediante el uso abierto del fraude electoral y la represión. En el seno del radicalismo aparecieron fuertes corrientes nacionalistas yrigoyenistas que se expresaron en la fundación del influyente grupo F.O.R.J.A., y en los primeros núcleos de la intransigencia radical, que conducirá el la UCR en la década siguiente y que por entonces comenzaba a nuclearse alrededor de Amadeo Sabattini, gobernador de Córdoba (1936-1940). Por su parte el Partido Socialista y sobre todo su aliado el Partido Demócrata Progresista, conducido por Lisandro de la Torre, denunciarán en el Congreso los sucesivos actos de corrupción en beneficio de una elite realizados por el régimen, que incluso causarán el asesinato del senador Enzo Bordabehere en el recinto del Senado. Finalmente, en ese período, el movimiento obrero argentino se organizó en la Confederación General del Trabajo (CGT), sobre el sindicato de actividad y nuevas ideas nacionalistas y de relaciones con los partidos políticos populares.

Presidencia de Roberto Ortiz (1938-1942)
Hacia 1939 cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, Argentina estaba gobernada por el presidente radical antipersonalista Roberto Ortiz, que había sido ministro del presidente radical (UCR) Marcelo T. de Alvear. Durante su gobierno Argentina influyó decisivamente en la paz alcanzada entre Paraguay y Bolivia que se habían enfrentado en la Guerra del Chaco. La tradicional política neutralista y de no beligerancia se mantendría hasta 1944. Presidencia de Ramón Castillo. En 1942, debido a la enfermedad del Presidente Ortiz, asumió el Vicepresidente Ramón Castillo, hasta 1943, en que sería derrocado. Su presidencia estuvo marcada por las presiones de Estados Unidos para que Argentina abandonara su tradicional posición neutralista y le declarara la guerra a las potencias del Eje durante la presidencia de Juan Domingo Perón (March 27, 1945).

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